Se trata de una ruta que se puede hacer de varias formas.
Circular con dos variantes, o subir al peñón y bajar por el mismo sitio que
hemos subido. Esta última forma, es la más corta y además solo estaremos en la
parte más interesante de la ruta. Pero tiene un problema y es que la zona de
subida más complicada, a la bajada es aún peor y por lo tanto merece la pena
dar la vuelta, según el nivel de forma de cada senderista.
La ruta en general es sencilla, pero tiene un paso para
entrar a la raja, en el que la dificultad es muy alta. Esta zona es la que
realmente merece la pena de la ruta, por lo tanto, si no se tiene un mínimo de
forma física no es una ruta aconsejable para cualquiera.
El sendero comienza en la Venta Ticiano, está bien marcado y
es fácil de seguir. Cuando nos encontramos por debajo del Peñón de los Almendros, acometeremos la subida. Esta parte no tiene sendero, y es una cuesta
bastante pronunciada.
Una vez al pie del peñón, podemos ver el comienzo de la
raja, (una gran grieta en la piedra), comenzamos la ascensión con mucho cuidado,
por la peligrosidad de la zona. Pasamos por un pequeño túnel, y llegamos a una
parte donde es necesario el uso de una cuerda. En la zona ya hay anclajes para
poner la cuerda. Después de este tramo, nos encontramos con una gran grieta en
la roca, de grandes dimensiones y una espectacularidad que nos dejará con la
boca abierta. Caminamos por esta grieta, y por fin llegamos a la cima del
peñón. Después salimos por un pasadizo que hay en el otro extremo de la molata.
Después de salir de la molata, comenzamos una andadura por
terreno llano, los conocidos como llanos de Jutia. Esta parte es un paseo
bastante monótono, entre sabinares y monte bajo. Si se hace en pleno verano, el
calor puede ser un factor a tener muy en cuenta, puesto que no hay sobras.
Finalmente llegamos a unos cortijos abandonados, en este
punto tenemos dos posibilidades, bajar por un barranco, y hacer un descenso
hacia la venta Ticiano, más corto, pero sin sendero y por lo tanto más
complicado. A parte en esta variante hay que pasar un tramo complicado con una
zona en la que hay que pasar sobre unas rocas a bastante altura con la ayuda de
una guía de alambre.
O podemos hacer la variante 2, más larga, pero muchísimo más
cómoda. Bajaremos por un sendero bien señalizado que nos permitirá el disfrute
de unas magníficas vistas sobre el río Zumeta.
Al regreso nos espera la Venta Ticiano, donde podremos
degustar comidas típicas de la sierra, y descansar de este emocionante paseo.
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